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Usar una estufa a leña es una forma eficiente, natural y muy agradable de calefaccionar el hogar. Pero para aprovecharla al máximo, es clave aprender a optimizar el consumo de leña.
A continuación te compartimos consejos prácticos para lograr un mayor rendimiento térmico, gastar menos y cuidar el medio ambiente sin resignar confort.
Es fundamental empezar con una buena materia prima. No todas las maderas son iguales al momento de calefaccionar.
Para lograr una combustión eficiente, te recomendamos usar leña dura (como quebracho, algarrobo, roble o eucalipto colorado), ya que tiene un mayor poder calórico y se consume más lentamente que la leña blanda.
Aunque, si querés encender rápido tu estufa a leña, podés usar leña blanda y sin corteza al principio, ya que esta enciende más rapido, y luego sumar la leña dura.
Otro aspecto fundamental es que la leña esté seca. La humedad en la madera no solo disminuye el rendimiento, sino que genera más humo y hollín. Lo ideal es que la leña tenga un mínimo de seis meses de estacionamiento.
Para conservarla en buen estado, te sugerimos almacenarla bajo techo, en un lugar ventilado y con el piso elevado del suelo. De esta manera, evitás el contacto directo con la humedad y asegurás una combustión mucho más eficiente.
En nuestro blog te contamos y profundizamos sobre cuál es el mejor tipo de leña para salamandras o calefactores.
Un buen encendido es clave para reducir el consumo de leña desde el primer momento. En Tromen recomendamos utilizar papel seco o nuestras pastillas iniciadoras de fuego, siempre evitando líquidos inflamables que puedan dañar tu estufa y generar combustiones peligrosas.
Una técnica efectiva es la de encendido “inverso”, donde colocás los troncos grandes en la base y arriba agregás los más finos junto con el papel. Así, el fuego baja progresivamente y se logra una llama sostenida desde el arranque, sin necesidad de recargar constantemente.
El tiraje y la entrada de aire son los grandes aliados para lograr una combustión eficiente. El tiraje controla el paso del aire por el conducto de salida, mientras que el ingreso de aire regula cómo se alimenta el fuego.
Abrí bien el ingreso de aire en el encendido y una vez que el fuego esté firme, podés reducirlo para mantener una llama pareja.
Si tu estufa tiene doble combustión —como todas nuestras líneas de calefactores— vas a notar cómo se maximiza el aprovechamiento de la leña, ya que el sistema reutiliza los gases de la primera combustión para generar más calor con menos consumo.
Y no te olvides de ventilar los ambientes: un espacio bien oxigenado ayuda al buen funcionamiento de la estufa, sin que eso implique perder temperatura si se hace de forma controlada.
El mantenimiento periódico no solo alarga la vida útil de tu estufa, sino que también mejora el consumo de leña.
Es importante retirar las cenizas acumuladas para que el aire circule bien por el hogar de fuego y mantener limpio el conducto de salida, ya que el hollín actúa como un aislante térmico que reduce la eficiencia del equipo.
Si notás que el fuego se apaga con facilidad, que genera mucho humo o que la estufa no calienta como antes, puede ser señal de que algo no está funcionando correctamente.
En esos casos, revisá las juntas, la entrada de aire o contactanos para una revisión profesional. En nuestro blog podés ver cómo mantener y limpiar tu salamandra para garantizar un funcionamiento correcto y seguro.
No todos los calefactores rinden igual. En Tromen desarrollamos estufas a leña con tecnologías que apuntan al máximo aprovechamiento del recurso.
Nuestras estufas con doble combustión permiten reducir significativamente el consumo sin perder capacidad térmica.
Dependiendo del ambiente que quieras calefaccionar, podés elegir entre nuestras diferentes líneas:
Todas nuestras estufas están diseñadas para adaptarse a distintos ambientes y necesidades y cuentan con un alto rendimiento en Kcal/h, un dato fundamental al momento de elegir el modelo ideal.
En Tromen, desarrollamos nuestros productos pensando en darte calor de verdad, cuidando tus recursos y el planeta.